Siiiiiiiii ya se que la fabada es asturiana, pero y si le damos una vuelta por España y hacemos la fabada mediterránea ? Pues aquí veréis el resultado, una maravilla para los sentidos . Estos guisos gustan mucho y si se tiene una comida de estas en las que quieres quedar bien sin tener que estar hasta última hora en la cocina este guiso es una opción, la puedes dejar hecha a primera hora y tienes el resto de la mañana libre para ultimar detalles, además al plato le viene fenomenal ese «reposo», en realidad a todos los guisos, adquieren un sabor más intenso probarlo así y me contáis.

Lo primero es poner las judías en remojo, las que he utilizado para este plato son unas judías muy apreciadas entre los expertos, es la judía del ganxet ( por su forma de gancho) única en el mundo, se cultiva una pequeña zona de Catalunya, la que comprende las comarcas del Maresme y El Vallès Oriental y Occidental. He nacido allí y vivido en dos de esas comarcas por lo tanto las conozco bien, su piel apenas se nota y su sabor, es suave y cremoso, fino y persistente, yo se las compraba a los «payeses» ( campesinos) de la zona, es una judía que ahora esta comercializada pero hasta hace pocos años solo la cultivaban para su propio consumo, esto os puede indicar lo buena que está, el típico plato catalán del que seguro muchos habréis oído hablar «mongetes amb botifarra» se realiza con esta judía . Hoy día las pido por Internet y me llegan en un par de días por correo. Maravillas de la modernidad 😉
Vamos con la receta?
FABADA MEDITERRÁNEA
Necesitamos:
1/2 kg de judía blanca ( ya hervida)
1sepia
200g de gambas
4 cigalas ( 1 por comensal)
2 patatas grandes
Para el sofrito:
1 cebolleta tierna
1 pimiento rojo mediano
2 tomates maduros
1 cucharadita de pimentón dulce
Para el majado:
4 ajos
perejil
4 almendras
Lo primero, pelar las gambas y con las pieles y las cabezas haremos un fumé, cortar la sepia a trocitos y rehogar en una cazuela con un poco de aceite de oliva, cuando la tengamos doradita añadimos la cebolla, el pimiento y el tomate ( se puede pasar por la batidora) seguimos rehogando y añadimos el pimentón justa antes de poner las patatas, que no se nos queme que amarga, las patatas, «chascarlas», así sueltan su almidón y espesan el guiso ( chascar es en lugar de cortar, partirlas rompiendo el final de cada trozo ) incorporamos el fumé de las gambas y si es preciso añadimos agua hasta tapar todo el guiso, mientras hacemos el majado, salamos, cuando las patatas estén listas añadimos las judías, el majado, las gambas peladas y las cigalas, apagamos el fuego y dejamos que el calor residual haga el resto, probamos y rectificamos de sal si fuera preciso. Las cigalas y las gambas se hacen, tranquilos, necesitan muy poco para estar en su punto, nunca hay que pasarlas de cocción por que se quedan secas, una manera muy tonta de desperdiciar un excelente producto. A la hora de servir solo habrá que dar un golpe de calor y a la mesa. Espero que os guste.